(Mabel Barreto) “Lima tuvo una primavera cultural, aunque los medios de comunicación lo reconocieron tarde, mal y nunca”, dijo el guionista Eduardo Adrianzén hace solo unos días, en diciembre, cuando acompañó la presentación de la Memoria de la Gerencia de Cultura de la Municipalidad Metropolitana de Lima. 

Al final de esa misma conferencia, cogiendo la memoria en sus manos, la levantó y lanzó el reto: “Esto es lo que se hizo, mejórenlo”.

Así terminaron los trabajadores de la Gerencia de Cultura el 2014, con mucha satisfacción por lo logrado y la sensación de que su esfuerzo valió la pena porque abrieron un camino.

Y empezaron el 2015…despedidos. Los trabajadores de las tres subgerencias de esta gerencia, incluyendo a los que laboran en el Museo Metropolitano de Lima y los técnicos del Teatro Municipal, fueron impedidos de ingresar a su centro de labores el lunes 5 de enero.

Ahí quedaron, frente a las rejas cerradas del museo, gestores culturales especialistas en realizar eventos y actividades, antropólogos especialistas en registrar fiestas populares, arqueólogos especializados en recuperar las huacas de la ciudad…

Y ahí quedaron, también, las esperanzas de los vecinos de Lima de seguir gozando, aprendiendo, revalorando nuestras costumbres y tradiciones; de los grupos teatrales y de danza, titiriteros de la calle, de seguir viéndose reconocidos y estimulados; de dramaturgos, actores y programadores de teatro –y de los espectadores limeños- de verse convocados cada año al Festival de Artes Escénicas de Lima, pues ya Patricia Juárez anunció que se está evaluando el tema según costo-beneficio. La cultura dejó de ser una inversión necesaria para el desarrollo de los ciudadanos.

MET “desactivado”

Ayer pasamos por el Museo Metropolitano de Lima. El MET está cerrado. Asomándose por detrás de las rejas y candados, un vigilante informa: “El museo está desactivado” cuando se le pregunta si se pueden visitar las muestras que se exponen. Y cuando le preguntamos por qué, dice “El cambio de Alcalde, pues”.

El Instituto Goethe, responsable de traer la muestra internacional “¡ejemplos a seguir!” emitió un comunicado informando que esta ya no podrá ser visitada.

Se había previsto que esta exposición sobre buenas prácticas medio ambientales en la que participan más artistas de 60 de 22 países estuviese abierta al público hasta el 18 de enero.

El MET cerró. No se puede acceder a la biblioteca, ubicada en el tercer piso, que alberga más de 6,000 títulos con información sobre la ciudad; ni a la sala infantil, en el primer piso, donde se brindaba servicio de lectura para niños y niñas, ni las salas de exposición, temporales y permanente.

Estas últimas merecen mención aparte. Se acondicionó las salas de exposición temporales desde que la Gerencia de Cultura MML asumió la gestión del Museo Metropolitano de Lima.

En total se realizaron cinco exposiciones en estas salas. Las muestras que estuvieron abiertas al público hasta el 31 de diciembre del año pasado eran “Lima, territorio y memoria”, exposición que presentaba la historia del territorio limeño desde los primeros pobladores hasta el inicio de la república y “¡ejemplos a seguir!”, muestra internacional compuesta por obras de arte contemporáneo que llaman a la reflexión ciudadana sobre el cuidado del medio ambiente. Se inauguró en el marco de la COP 20 y exponían sus trabajos más de 60 artistas.

Las cinco exposiciones temporales montadas en el MET fueron vistas por un total de 47,825 visitantes. 

En la sala permanente se presenta, desde que se inauguró el museo durante la primera gestión de Castañeda, una exposición que contextualiza la historia de Lima desde sus primeros pobladores hasta la época contemporánea, a través de recursos tecnológicos audiovisuales. La Gerencia de Cultura de la gestión Villarán nunca desmontó este recorrido histórico audiovisual. Lo que hizo fue darle más opciones expositivas al hermoso edificio del Museo Metropolitano de Lima.

Incluso se había previsto que a partir de mayo de este año se trasladara ahí la importantísima y hasta ahora poca exhibida colección de la Pinacoteca Ignacio Merino. Pero si las muestras que estaban en exhibición se han cerrado de un solo plumazo, los planes futuros se quedarán en eso, un bonito sueño.

En la calle

Citados desde diciembre para el primer taller de lectura de este año, ayer llegaron hasta el MET varios padres llevando a sus niños para participar en el programa “Pequeños Lectores”. Desde que la Gerencia de Cultura inició este trabajo, más de 8,500 niños y niñas entre los 8 y 12 años participaron en visitas guiadas especiales, talleres y clubes de lectura que desarrolló el museo a través de su división educativa.

Josefina Jiménez, responsable del programa, se acercó esta mañana hasta las puertas cerradas del museo para conversar con los padres y explicarles por qué no habría más talleres de lectura infantil en el MET.

Ante la desolación de niños y padres, Josefina ha decidido seguir desarrollando estos talleres de lectura como un trabajo voluntario, “aunque tenga que hacerlo en los parques”.

¿Y ahora?

Como otras incógnitas de la actual gestión municipal, no se sabe cuál será la suerte del Museo Metropolitano.

Así como rebautizó el Gran Parque de Lima como Parque de la Exposición solo porque no quería que los limeños recordaran a Alberto Andrade, es probable que Castañeda quiera volver a destinar todos los espacios del museo a la exposición audiovisual permanente que montó ahí el cineasta Luis Llosa.

Ventanas y paredes del MET volverían a pintarse de negro. No más biblioteca, ni salas temporales, ni mucho menos sala infantil.

Ha trascendido que las oficinas de la Gerencia de Cultura, instaladas en el cuarto piso del museo, serán traladadas al Teatro Municipal. Y el museo volvería a ser gestionado por Emilima.

¿Perderá Susana Villarán su logro de una excelente gestión en Cultura por estos despidos, cierres y cambios? La respuesta es NO, perderemos los limeños.

                                                                                                      8 de enero 2015